Como seres sociales alcanzamos momentos de felicidad y bienestar al nutrirnos de la relación con los demás. La entrada a la vida adulta también supone la oportunidad de encontrar una vocación, construir y consolidar proyectos vitales, y dar un sentido a nuestra existencia.
También pueden darse momentos difíciles que pueden comprometer nuestra sensación de bienestar. Conflictos relacionales incómodos y dolorosos, miedos, emociones desbordantes, exigencias y autoexigencias, falta de sentido vital, ganas de huir, apatía ...
El malestar suele expresarse en forma de síntomas de ansiedad y depresión, aunque también puede expresarse de manera más inespecífica, desde el sufrimiento o la sensación de inestabilidad.
Los síntomas siempre funcionan como reflejo de un contenido emocional que nos invita a escucharnos y a preguntarnos qué está pasando. La terapia facilita la comprensión de lo que necesitamos, la reconciliación con un@ mism@, además de la búsqueda de soluciones y la construcción de recursos personales.
La terapia invita también a fortalecer nuestra autoestima, a identificar nuestros límites y a retomar las riendas de la propia vida, a fin de devolver a la persona la sensación de bienestar y autonomía.
Podrás escoger entre la modalidad presencial y la modalidad ONLINE, si te resulta más cómodo.
Algunas situaciones trabajables en terapia individual son: